viernes, 7 de marzo de 2014

Volverse loco


Hace años tuve una sensación emocionante y a la vez un poco terrorífica.

Sentí que podía cambiar lo que yo era y que aún estaba a tiempo de transformar mi identidad conocida. Este blog nació con la idea de captar la esencia de mi yo en el tiempo y que así quedara plasmada en algún sitio. Aunque sólo fuera por diversión.

Hace poco volví a tener esa sensación y vuelvo al deseo de escribir por aquí, con nuevas ideas sobre otros usos que podría darle al blog.

Siento que estoy en un viaje hacia ser yo misma. Fui una niña, luego Angekok, luego Princesita y ahora Melorra. Quiero llegar a ser Celia. Y voy a pasármelo bien en el camino.


Sobre esto y algunas cosas más, se habla en el siguiente video:

sábado, 15 de febrero de 2014

sábado, 1 de febrero de 2014

Preguntas sobre el humor

Después de mucho pensarlo y de indagar en mí misma, me he dado cuenta que soy una persona con poco sentido del humor. Y considerando lo importante que es, esto es una gran caca.

El humor funciona como un bálsamo, es sanador y a la vez da una increíble fuerza y funciona como arma, desestabilizando de una manera elegantísima.

Hasta ahora no he aprendido mucho más sobre el humor, sólo que tiene mis totales respetos. Lamentablemente creo es es algo muy difícil de aprender.

¿Puede adquirirse el sentido del humor?

Aprendiendo a aprender idiomas

Como emigrante, hay un tema que siempre acabo tratando tarde o temprano cuando me encuentro con otros emigrantes: el idioma. O mejor dicho, aprender el idioma. Y es que explicado de forma muy simple, normalmente dependiendo de cómo esa persona avanza con el idioma, así se introduce también en la sociedad en la que está integrando.

Esto no es de extrañar, ya que comprender un idioma e indagar en él, es ir adentrándose en la manera de pensar de una cultura. Y es aquí donde podríamos poner curiosos ejemplos sobre cuantas palabras destina un idioma a nombrar los sentimientos, la burocracia, si usan la usía, etc.

Mucha gente con la que hablo piensan en acudir a una escuela de idiomas como solución única a sumergirte en una lengua. Para mí, en cambio esto es quedarte en una teoría lejana, en la imagen de una historia que te cuentan. Si hay algo que me ha enseñado el alemán, para mí ha sido aprender a aprender un idioma.

Siempre he considerado las escuelas de idiomas algo valioso. Creo que tienen una labor importante como introducción y como base. Pero esta educación formal, ya adolece de muchos problemas. Me explico, estamos acostumbrados a la idea de ir a la escuela como algo pasivo; es decir sentarse y escuchar, actuar cuando el profesor lo diga. Cuando se nos pide entonces que tengamos una actitud activa, más abierta, nos resulta muy difícil porque llevamos toda la vida entrenando precisamente lo contrario.

Cualquiera lo puede observar en una clase. Los alumnos van, se sientan y pretenden aprender con los brazos cruzados. Muchos denotan con su actitud que preferirían estar en cualquier otro lugar. ¿Y con esta actitud pretendemos aprender de verdad la inmensidad de un idioma?

En lugar de aprender un idioma, vívelo! La actitud para aprender un idioma no sólo se limita a ir a unas clases y hacer acto de presencia, sino a empaparse de cada palabra nueva que oigas, leer cada etiqueta de cada producto, observar cada expresión en la publicidad, meterte en cada conversación, hablar con tu vecino, etc y algo que juega un papel esencial: perder los miedos. A equivocarse, a quedar en ridículo, a ser algo nuevo.

Resumiendo creo que es una actitud general hacia la nueva cultura. De ahí que a algunas personas les cueste tanto, y a otras tan poco :)

viernes, 3 de enero de 2014

El diablo


Hace un par de días el diablo me hablo en forma de Berlinerin.

Vacilé en su encuentro y me quedé preocupada pensando en lo que me dijo. Hoy ya he conseguido alegrarme y le estoy agradecida porque eran preguntas que necesitaba formularme:

-¿Porqué vivo en Berlín si todo trabajo casi todo el tiempo?

-¿Qué busco aprender en un trabajo como el actual?

-¿Va mi parejar a trabajar?