El de cuando llegué, el Berlín de las últimas nieves de febrero.
Y aún con el frío, tienes que animarte a salir. Berlín sabrá premiarte, haciendo que no olvides donde estás
Tanta historia en esas piedras, tanta antigüedad palpable :)
Y entre mercados y tráfico, cementerios e iglesias quedaron ahí...
Una puerta, una esquina, un graffiti, todo quiero grabarlo y escudrinar cada detalle. Pero bah, la ciudad seguirá ahí bajo tus pies, sigue escribiendo historias en ella.
Al ver esto compruebo que acerté con tu regalo descatalogado.
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