jueves, 5 de abril de 2012

Zuecos

Están arrugados y algunas manchas ya no se pueden quitar, a pesar de que mi madre los haya lavado con primor. Las suelas están desgastadas y tienen un color marrón de horas y horas sobre ellos. Recuerdo el día que los compré, a la prisa y con mil nervios en la barriga porque al día siguiente empezaba a trabajar y encima aún no tenía zapatos. Han pasado horas y horas conmigo de un servicio a otro, de una habitación a otra. Si yo pudiera contar la historia de estos zuecos no necesitaría tantos documentos, ni tanto teatro en las entrevistas.  Y por eso son el mejor currículum que tengo. Y se entiende en todos los idiomas.

Pero hoy es un día para celebrar, que todo va bien!

No hay comentarios:

Publicar un comentario