miércoles, 28 de noviembre de 2012

Butterdose

"Tienes que conseguirte un mantequillero"
Claro, si ya lo venía pensando, así la mantequilla siempre está en su punto.
"Pero este tiene que ser de porcelana o de cristal" ¿ah, sí?
"Claro, de plástico no puede ser..." No, claro...

Y fue entonces que empecé mi búsqueda. Con ilusión iba mirando todos los escaparates iluminados de las tiendas de segunda mano y de los anticuarios.

"Puedes preguntar en esta calle que queda encima de nuestro barrio, tendrás que buscar bien porque los mantequilleros están muy solicitados"

Pero la búsqueda no quedó ahí. Una noche me puse a buscar el mantequillero en sueños; era una tienda con mucha amplitud y dos dependientas muy pimpollas y dispuestas deambulaban entre los expositores.

-¿le puedo ayudar en algo?
-Pues verá, yo buscaba un mantequillero, de porcelana o cristal a ser posible.
-Pues aquí le puedo mostras uno.

Y entonces...la maravilla. Era un precioso mantequillero de porcelana con unas finas bolutas dibujadas en burdeos. Un poco barrocas, pero sin perder elegancia. Tenía un pie a modo de fantasía lo que le hacía elevarse desde el medio. Y una tapadera muy a su medida con una pequeña bolita para poder asirla.

Desde entonces supe, ya en el mundo de la realidad, que sería una búsqueda complicada la que me había propuesto.

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. En realidad sería mantequillera, pero yo lo veo más natural mantequillero. Son esas cajitas para reservar la mantequilla :P Esas pequeñas cosas que un día de repente se vuelven especiales, jajajaja

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