viernes, 2 de noviembre de 2012

El juego de los ojos

Un día de estos en los que andaba pensando en la información de la expresión corporal y en cuánto de verdad hay en el tema...me puse a tontear mirando directamente a los ojos de la gente. Aquello empezó como un experimento-juego que ponía en práctica en el tranvía cuando andaba aburrida. La cosa no es tan sencilla pues esa sensación de que alguien nos mira de verdad existe y la mayoría de las personas se daban cuenta de que las miraba. Mi intención no era incomodar sino estudiar, así que tenía que intentar pasar desapercibida. Además había que concentrarse en la mirada, ignorando cualquier otro estímulo como las prendas, el resto de los gestos o que hacía en ese momento. Todo eso es también interesante, pero quería empezar por algo concreto, que hablara a simple vista.

Estaba ya a punto de cansarme del jueguecito cuando las miradas empezaron a decirme cosas. Probablemente sea un exceso de fantasía, o un cúmulo de prejuicios del resto de la imagen, pero el caso es que empecé a escuchar qué me decían.

Los mensajes eran cualidades difusas, mensajes cortos y de los que en realidad aún no he descubierto el medio de probar su veracidad.

Sería laborioso describir cada mirada y su mensaje pero hay un par de rasgos que podría contar. Los problemas fui capaz de verlos desde el principio, diría que es lo más fácil. Aunque a medida que me voy sumergiendo en el juego, descubro que esa categoría no es tan simple.

Algo que también fui descubriendo fue que había muchas personas que despedían sentimientos y cualidades muy positivas (los niños en la mayoría de los casos son geniales) aunque muchas parecían como encerradas o algo así. Sin embargo hubo un día en el que me asusté, me topé con una mirada realmente chunga y estoy bastante segura de que esa persona había hecho bastante daño (más objetivo digamos). Es más, se dió perfectamente cuenta de que yo andaba jugando a algo.

Con quien este experimento se vuelve más interesante es con nuestros conocidos.  Y esto es porque en teoría podríamos confirmar esos mensajes a traves de las miradas y sin embargo esta misma información podría ser totalmente falsa, al ser subjetiva. Tengo que decir que no me he encontrado muchas sorpresas, más bien confirmaciones de cosas que ya había averiguado a lo largo de la relación con esas personas. Aún así es genial apreciar la magia y como brillan los ojos de mi enamorado o ver claramente en los ojos de un amigo esa misma cualidad que le están causando tantos problemas -la inseguridad, el orgullo-

¿qué pasa cuando nos miramos a nosotros mismos? Y en lo que tuvo un tiempo pensando, ¿qué pasaria cuando mirara a los ojos de los enfermos?

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